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domingo, 14 de julio de 2013

Camión



EL CAMIÓN dejó atrás un tramo de cerradas curvas zigzagueantes y ganando velocidad se internó en una prolongada recta en declive.

Entonces lo vio. Era un hombre alto y delgado erguido en mitad del camino, bajo el calcinante sol de la tarde.Cauto y precavido, queriendo evitar a toda costa cualquier posible accidente, redujo la marcha y le tocó bocina: el hombre siguió allí en medio de pie, absolutamente imperturbable y estático, como "si la cosa no fuera con él".

Consternado, frenético –porque de ningún modo era plan llevárselo por delante, aplastarlo como una mosca y luego cargar por el resto de sus días con aquella muerte sobre sus espaldas…–, sacó medio cuerpo fuera de la roja y alta cabina y prodigó gestos, señas, muecas, gritos y todavía más bocinazos...

Pero todo fue inútil. El hombre no se inmutó lo más mínimo. Por el contrario —ahora que la distancia entre ambos se había acortado de forma sensible lo veía con total nitidez— enfrentó el camión con actitud provocativa y desafiante, como si fuera a hacerlo pedazos con su cuerpo al momento de producirse el brutal encontronazo.

Entonces lo vio claro. No existe –se dijo– en el mundo fuerza capaz de removerlo de ahí, nada puedo yo contra su férrea voluntad, sólo me queda plegarme dócilmente a ésta, asumir de forma plena el papel que se me impone, que no es otro que el de instrumento a través del cual el hombre en mitad del camino ha de dar cabal cumplimiento a su fatal designio...


Y hundió a fondo el acelerador...

                                                     Autor: Carlos Enrique Cabrera

El conflicto



 Como de costumbre en mis quehaceres rutinarios, una mañana de camino a la universidad con un tráfico sumamente difícil y una temperatura acalorante que embargaba mi cuerpo. Ese día tenía un examen de una materia bien importante, quería llegar a tiempo y salí tan rápido y agitado de mi hogar que no me percate que andaba sin mis documentos y fue así como empezó mi conflicto del día.

Minutos más tarde en mi trayecto fui detenido por las autoridades policiales los cuales al hacerme estacionar a un lado de la calle me solicitaron que les presentara mis documentos cuando trato de buscarlo. es que me doy cuenta que los había dejado en la casa, es entonces cuando se torna una situación conflictiva entre las autoridades y yo ya que estos lo único que entendían era que yo le estaba mintiendo.

Luego de cierto tiempo entre discusiones fui conducido hacia un establecimiento policial, en ese trayecto me sentía atemorizado ya que aquel lugar era bien retirado de donde yo había sido detenido en lo que pasaron mil pensamiento negativo por mi mente por la situación difícil y delictiva que hoy enverga a los ciudadanos.

Después de un largo recorrido pudimos llegar al establecimiento y fue cuando pude obtener un mejor respiro. Al llegar allí fui conducido ante las autoridades superiores donde se creó el conflicto mayor ya que estos tampoco creían que yo era un estudiante universitario que me desplazaba hacia la universidad y que se me habían quedado los documento en mi hogar por la presión del examen.


Después de una larga espera para saber qué decisión tomarían conmigo pude percatarme que andaba con una hoja de selección de mi horario con la cual pude comprobar que era cierto lo que yo alegaba y es entonces cuando deciden dejarme marchar.

La migala y su vivencia


Soy un pequeño animal con estilo de araña donde mi habitad es lugares oscuros y con estilo oculto debes en cuando me gusta discurrir libremente por los lugares en busca de alimentos en los que un día al salir de mi habitad en busca de mi sustento fui atrapado por un saltimbanqui el cual me puso de exhibición en una feria callejera, las personas que transitaban por aquel lugar de diversión me observaban con mirada repulsiva y horrorizado por mi presencia.
 
Unos día más tarde acudió a este lugar un personaje el cual decidió apoderarse de mí, este pago un alto precio por mi compra luego fui tomado y serrado en una pequeña caja de madera en la cual me sentía atemorizada y como si estuviera presa, en el trayecto que pase dentro de aquella caja tuve miles de pensamiento en mi cabeza ya que no sabía que harían conmigo.
Más tarde aquella caja fue abierta y vi una luz como si fuera la gloria en la que mi dueño me tomo y me soltó en un apartamento de bellos y hermosos lujos donde corrí y embargada por el miedo me oculte debajo de un mueble en el que me quede oculta un buen rato. Ya familiarizada con aquella persona que se ha apoderado de mi hasta entonces eh podido convivir y habituarme en este nuevo espacio, pero abecé con el temor de ser agredida ya que dicha persona vive con el terror y la incertidumbre de que yo pueda picar u ocasionar algún daño.


Abecé salgo y me paseo por las paredes de los cuartos, levanto mi cabeza, muevo los palpo. Me he convertido en una fiel sustituta de la soledad que acorrala y enverga a mi apoderado y Desde entonces, los rincones de aquel lujoso apartamento han sido mi lugar de habitad.

Retro alimentación sobre el consumo


El consumidor como persona física y jurídica que adquieres producto en el mercado tienen la necesidad de una asesoría sobre la naturaleza de los productos, sobre la relación calidad precio y sobre las consecuencia para él.

Hoy en día el consumidor utiliza una seria de productos de los cuales no tiene información de calidad como por ejemplo: salami,  queso, yogurt, leche, pan, jamón, azúcar entre otros. De igual forma este consume una serie de productos que son innecesario en su rutina alimenticia como lo son: mayonesa, cachú, vinagre, bebidas alcohólicas, bebidas gaseosas y una seria de productos que pueden llegar a afectar la salud de dicho consumidor.

Dentro de los factores del consumidor podemos analizar que desde años este ha venido utilizando diversidades de productos que han contribuido en el daño del medio ambiente dentro de lo que podemos citar se encuentran: dióxido de carbono producto de la combustión de automotores, desechos radios activo como el uranio, radio,  productos que crean desechos químicos, metales pesados como el plomo, productos que provocan basura inorgánica, plásticos, clorofluorocarbono que son gases utilizados en los aerosoles y que en fin dañan la capa de ozono.

Según lo investigado el organismo encargado de regir las normas concerniente a los derechos del consumidor como es la institución estatal de pro-consumidor ha creado medidas de protección en beneficio de este como son:


1-    No alteración del precio de los productos.
2-    Higiene de los productos.
3-    Sello de calidad de los productos.
4-       Aprobación del laboratorio que fabrican los productos por la digenor.
5-    Visitar los laboratorios aprobados por la digenor para darle seguimiento a sus sistemas de calidad.
6-    Visitar empresas para realizar la supervisión y la renovación correspondiente al sello de calidad en base al cumplimiento del reglamento, contrato y requisitos del sello

Es de gran importancia crear propuestas de acción con relevancia para que las personas evitemos el consumo de productos que no son necesarios y que son perjudiciales para el desarrollo de nuestro ecosistema, nuestra propuesta seria sustentada en el énfasis de las promociones de productos de primera calidad y de productos que resulten más efectivos para la buena salud del consumidor así como el aumento de los impuestos en productos que perjudican la vida diaria del ser humano.

En conclusión dentro de este informe sobre la retro alimentación del consumo podemos analizar detalladamente como hoy en día el consumidor ha sido víctima de los avances en una sociedad que se empeña solamente en la creación de productos que vayan acorde con un mundo globalizado que tiene una visión de satisfacer las necesidades de una vida práctica y moderno.

Si tú me olvidas



QUIERO que sepas

una cosa.


Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

                                                                                   Prestado Autor: Pablo Neruda

ELEGÍA DEL 14 DE JUNIO


Se respira a estas horas
bocanadas de aire de una atmósfera inquieta.
Cruzan puñales de silencio, lívidos
puñales de silencio innominado.
Ni un rumor, ni una hazaña secreta,
ni un vencido poblado.

El dolor más oscuro cava incesantemente.
Muerde la boca su vencida lengua, y chupa
la sangre airada que tiene un sabor a gente.
Galopa la brisa con la muerte en la grupa.

Saber que los hombres puros, los tejidos
en una labor más fina que la de las arañas,
muerden y pelean sin horas ni sonidos,
sin flautas del esfuerzo ni tímpanos de hazañas.

Ver lo que envuelve el silencio más crudo.
Que es la lucha más firme y la fe delicada,
hecha de piedra pura y de corazón desnudo,
convertida en silencio y edificio de nada.

Saber que aquellas frentes vestidas por la luna
de una genuina palidez, sudor de sueño,
transitan por un eco de noticia ninguna,
por un triunfo sin arco y una gloria sin dueño.

Dolidamente cruzan sus dos manos de ira
los relojes callados, erguidos en la esfera.
Es un tiempo que pasa y que parece mentira.
Sólo la sien golpeando parece verdadera.

Y nadie sabe nada, sólo que no se rinde
nunca la piedra pura y el corazón abierto.
Y que toda esperanza se recoge en la linde
sollozada de luna de un combatiente muerto.

Y que toda victoria tiene melancolía.
Taciturno perfil de mariposa inquieta.
Justa gloria, aunque no hayan ruidos sobre el tejado.
Ni crucen en las horas solas de lejanía,
ni un rumor, ni una hazaña secreta,
ni un vencido poblado.

Autor: Pedro Mir

Confusión



No sé si esto es amor 

O si es una ilusión 
Pero al sentir tu calor 
Se me acelera el corazón. 

He intentado olvidarte
Aunque sé que no es lo correcto
Porque el tanto pensarte
Me hace fallar el intento.

Me imagino tus besos
Siento el frio de tu aliento
Y recuerdo aquellos momentos 
Que me decías Te quiero. 

Aunque todo acabo
Sigo pensando en silencio
Que lo de nosotros 
Solo fue un pasatiempo. 


                                              Autor: Willy Valentín Menaldo Almanzar

jueves, 11 de julio de 2013

Consejos para escribir un cuento



Estos son algunos consejos para escribir cuentos que he tomado prestado de este blog http://www.literautas.com/es/blog/post-3910/como-escribir-un-cuento-corto/

1. Céntrate en la acción.


Que no en la anécdota. El cuento no es solo una anécdota, ya que cuenta una historia, pero la narración ha de estar más condensada que en la novela y centrarse en lo que sucede, sin tiempo ni espacio para otras disertaciones.
En el cuento no hay lugar para largas descripciones o extensas divagaciones morales o psicológicas. Esto no quiere decir que el cuento tenga que ser simple y carecer de estos elementos. Pueden estar, pero en forma de subtexto, escondidas entre líneas o dichas directamente con las palabras justas. ¡Es todo cuestión de espacio!
Hace tiempo leí una frase que se me quedó grabada: una novela de ciencia ficción describe un mundo de ciencia ficción; un cuento de ciencia ficción narra hechos de ciencia ficción. Sin embargo, ambos géneros pueden hacernos reflexionar al leerlos.

2. No quieras abarcarlo todo.


A veces pecamos de querer contar historias muy ambiciosas que no tienen cabida en un relato corto. Recuerda que el cuento, por lo general, debe ocurrir en un espacio de tiempo breve, tener pocos personajes principales (2 o 3 como mucho) y una localización principal. Si no logras adaptar tu historia a estas premisas, puede que estés ante una novela corta y no de un cuento corto.

3. Busca una idea y simplifícala.


Toda idea puede simplificarse siempre, sólo hay que darle una vuelta. Por ejemplo, queremos contar la historia de un hombre que, tras pasarse muchos años dedicado a su trabajo, logró alcanzar el éxito profesional. Fue un tipo importante, ambicioso y que llegó a lo más alto, pero a costa de arriesgar su vida personal. Con el tiempo, cometió una serie de errores y se arruinó, dándose cuenta de lo que realmente era importante.
¿Se puede contar una historia así en apenas 750 palabras? Sí, pero solo si la simplificamos. Para ello, busquemos el instante con mayor fuerza, el momento de impacto de la historia, así sabremos dónde hay que centrarse. Yo creo que el punto álgido lo encontramos cuando se da cuenta de que se equivocó, por ello creo que deberíamos contar la historia cuando ya lo ha perdido todo.
Por ejemplo, Fulanito es un mendigo que cada mañana pide en una esquina del centro de la ciudad, en una zona de oficinas cerca de donde él trabajaba tiempo atrás. Los mismos ejecutivos entre los que él se incluía antes, son ahora los que le ignoran y pasan por su esquina sin mirarle.
Recuerda, cuando tengas tu idea, simplifícala: busca el impacto, el instante.

4. No lo cuentes, muéstralo.


Este debe de ser el consejo en el que más se insiste en cualquier libro o artículo sobre escritura, ¿verdad? Pero es que resulta fundamental y muchas veces se nos olvida, sobre todo a la hora de escribir cuentos.

Un cuento no es un resumen de una historia, sino una historia en sí
. Tomando el mismo ejemplo del punto anterior, podríamos decir que Fulanito es un mendigo que cada mañana pide en una esquina cerca de donde antes trabajaba. Entonces tenía mucho éxito, aunque se acababa de divorciar y no tenía mucho tiempo para sus hijos porque solo le importaba su trabajo bla, bla, bla… ¿Qué es esto? ¿Es una historia o el resumen de una historia? En realidad es lo segundo.
Para narrar la historia tenemos que centrarnos en el instante, en la acción: Fulanito cuenta las monedas de su caja y se da cuenta de que no ha sido una buena mañana. Apenas si le alcanzará para tomarse algo caliente… Mostremos lo que ocurre, demos imágenes, enseñemos la historia a través de la acción.

5. Mantén la estructura.


Aún siendo un relato muy corto, todo cuento ha de tener una introducción, un nudo y un desenlace. Por ejemplo: “el mendigo contando las monedas en su esquina y los ejecutivos pasando ante él envueltos en su abrigo” sería la introducción. Es lo que nos sitúa en la historia, en el qué, quién, dónde y cuándo.

El nudo podría ser “el mendigo está preocupado porque necesita tomarse algo caliente pero no le llega el dinero. Sigue pidiendo pero los ejecutivos lo ignoran.” El desenlace sería el final que le demos. Por ejemplo: “alguien se apiada de él y le da el dinero para que se tome el café”.

6. No lo des todo, sugiérelo.


En el cuento es tan importante lo que se dice como lo que se calla
. Como decíamos antes, no hay lugar para disertaciones, así que olvídate de explicar que el mendigo se siente mal por su situación o que se arrepiente de haber perdido a su familia. Eso ha de quedar implícito en la acción.

Deja que el lector lo deduzca.
Por ejemplo, en lugar de explicar que el mendigo tenía familia y la perdió junto con su trabajo, podemos hacer que entre los ejecutivos que cruzan ante él, el mendigo reconoce a su hijo e intenta decirle algo. Sin embargo, el hijo se vuelve hacia él con cara de fastidio y, sin reconocer a su padre, le da una moneda, solucionando el problema de tomar algo caliente esa mañana. Pero, obviamente, al mendigo ya no le importa el café.

6. Cada frase cuenta.


Del principio al final, cada frase del cuento tiene que estar ahí con una función. Si tienes poco espacio, pocas palabras, aprovéchalas bien. Esto no es necesario hacerlo en la primera escritura, pero sí en la revisión. Desmenúzalo, analiza cada frase, cada elemento, y piensa qué función cumple en la historia. ¿Es imprescindible? Si la esencia del texto se comprende sin esa frase, elimínala.

7. Mantén el suspense.


No des toda la información al inicio. Dosifícala y lleva al lector hasta la última palabra
. Si contamos de partida que el mendigo era antes un ejecutivo y que acaba de encontrarse con su hijo, luego nos quedamos sin dinamita.

Siempre que puedas, intenta que al final del texto haya un giro, un golpe de efecto, una sorpresa. Que esté justificada, claro, pero que dé un nuevo sentido al texto.

Es mejor empezar por el mendigo con frío que ha de conseguir dinero para algo caliente. Así creamos un buen punto de partida. Luego podemos contar ya que él antes era uno de esos ejecutivos que ahora le ignoran, porque esto nos produce más curiosidad sobre el personaje. De pronto, reconoce a alguien entre la multitud y llama su atención (más intriga). Esta persona no le reconoce, pero le da dinero, aunque al mendigo ya no le importa el dinero, porque el ejecutivo era su hijo (dejamos el golpe de efecto para el final).

8. Impacto posterior.


Una de las cosas más difíciles pero también de las más importantes es lograr que el cuento deje huella en lector. Una vez haya terminado, el texto ha de dejar un eco en su interior, una reflexión, un sentimiento.

Para ello, la última frase es fundamental. Si logramos que contenga un giro o una imagen impactante que arroje luz sobre el resto de la narración, estaremos en el buen camino.

Volviendo al caso del ejemplo, lo ideal es llegar al final sin saber quién es el ejecutivo al que el mendigo ha reconocido y que acaba de darle el dinero. En esa última frase (que además debería ser corta, sencilla y directa para causar mayor impacto) revelaremos que se trata de su hijo (un buen giro final) y dejaremos entrever que el mendigo ya no está preocupado por el dinero (ni lo mira), sino que observa cómo su hijo se aleja sin poder hacer nada para evitar que cometa los mismos errores que él cometió en el pasado.

9. Ambienta con poco.


No tienes espacio para descripciones largas ni disertaciones, pero el cuento también ha de tener ambientación para envolver al lector. Para ambientar en un texto muy corto, usa el tono, el narrador, el lenguaje y selecciona las palabras adecuadas. No es lo mismo decir “ciénaga” que decir “pantano”; tampoco es igual “bruma” que “niebla”. Cada palabra te ayuda a construir la atmósfera. Elígelas con cuidado.

Por ejemplo, para la historia del mendigo, nos encontramos en una ciudad, una mañana de invierno en la que hace mucho frío, pero no es necesario decir todo esto. Podemos ver el frío en el vaho que sale de la boca del personaje o haciendo que se frote las manos envueltas en guantes antes de contar el dinero. Incluso, mejor aún, podemos verlo todo a través de los ejecutivos que entran en sus oficinas envueltos en gruesos abrigos mientras ignoran al mendigo. En esta imagen sabemos que es una ciudad, que es por la mañana, es invierno y hace frío.

10. La importancia del título.


Tenemos muy poco espacio para desarrollar nuestra historia y ya hemos dejado claro que cada palabra cuenta, ¿verdad? Pues tengamos algo de picardía y aprovechémoslas bien todas. El título es un espacio extra que puede resultar muy útil. Lo ideal: que sugiera, intrigue y arroje una nueva luz sobre el texto una vez se haya terminado su lectura.
¿Se os ocurre algún título para el relato del mendigo que cumpla estas características?




A mi madre


Este es un poema prestado siguiendo el tema de las madres.


A MI MADRE

Generosa Oceanía de silencios
tu palabra de amor me levantó
más allá de mis plegarias de luz,

grabando en mármol azul, tu voz
que en mi boca crepuscular anidó
la esencia total de tus sentimientos.

La clara concepción de tus caminos
me lleva transparente por las sombras,
recojo el mensaje de la vida
que en el bautismo de mis días,
tus ojos grabaron en mi memoria.

Así, soy en ti, la poesía
tu sacrificio y tu dolor me marcaron
y forjaron en mí el concepto de la hombría
tus azules manos artesanas tallaron en mí
la verdad, el trabajo y el honor.

Día a día seguí tus lágrimas
y noche tras noche caminé tus oraciones;
te vi caer de las sombras del cansancio
cuando la noche rompía tu fortaleza,
y al segundo de tu entrega
vi alzarse tu estatura astral
en la galaxia de la vida y de la muerte.

Y hoy que soy un universo de luz,
y un huracán desmedido de ilusiones,
vivo la pasión y el amor
con la misma intensidad que has vivido tu dolor;
admiro tus batallas, madre mía;
como silueta dibujada en el océano azul
con la presencia inconfundible de la luz.

Soy en ti la prolongación rumorosa de tus sueños
y la voz universal de seis corazones invisibles,
que hacen presente el homenaje de amor
en el reino silencioso de tu entrega total.

Autor del poema: Alejandro Latorre Quintanilla
 

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